Futrono.. La noche y ellos.

Diez y treinta de la noche, llegaba a Futrono lo mejor seria buscar un hospedaje discreto a las afueras de la ciudad, recordé una cabañas de un sector llamado Cun Cun, me diriji allá. Ya instalada, saque mi bolsa de viaje, me puse unos jeans y una chaqueta verde y salí, como es lógico debía aprovechar las horas de oscuridad. No sabia bien donde ir, quería enterarme de muchas cosas pero debía ser prudente, a pesar de tener un aspecto diferente por la ropa que traía puesta, el rostro era el mismo de la chica que había muerto hace mas menos un año atrás.
 El primer lugar en el cual una chica x es una chica x un sábado por la noche es la discotec, tal vez me encontra con algún conocido pero si me preguntaran algo solo diría que es una confusión con eso bastaría para despistar a cualquiera en un lugar como ese. Tome mi cédula de identidad falsa, donde decia que mi nombre era Milena Albaseti de nacionalidad argentina con 24 años de edad, mis llaves y me fui.
 Camine hacia la discotec, nadie se sorprendió al ver llegar una chica sola y  nadie reparo en mi rostro, pague mi entrada y me diriji al interior, la música sonaba fuerte no habían muchas personas aun, la fiesta por lo que recordaba comenzaba a las 1:30 mas o menos y como recién eran las doce era de esperar que el lugar estuviera  medio vacío. Tuve la intención de sentarme en la barra, pero me pareció que eso llamaría mucho la atención por lo tanto me instale en una mesa como para dos personas cerca de la terraza , de inmediato se me acerco una chica la cual no había visto antes trabajando ahí, debía ser nueva, a preguntarme que deseaba tomar, me reí si ella supiera que liquido era mi favorito se espantaría, pero como no podía pedir una copa de sangre rojo carmesí, me limite a pedirle una cerveza Corona, no es que me la fuera a beber pero tenia que pedir algo sino seria sospechoso. Una vez llegada mi cerveza, me concentre en observar a la gente que poco a poco iba llegando, varios chicos y chicas de no mas de 20 años formaban un grupo muy bullicioso en una mesa cerca de la mía, eran en total diez, 3 mujeres y 7 hombres,mas al fondo 4 mujeres de unos 30 años miraban con cara de depredadoras hacia en la mesa de los jóvenes, me pareció que ellas iban de cazeria solo que sus presas según mi opinión no eran las adecuadas, en la barra había otro grupo interesante unos hombres entre los 30 y 40 años, bien parecidos buena facha y se veían sobrios pues no bebían mas que unas cervezas, dos de ellos miraban a las 4 mujeres y los otros 3 pude apreciar que miraban a las chicas de la mesa bulliciosa, si los chicos no ponían atención sus parejas serian seducidas por los galanes maduros pues las chicas ya habían hecho contacto visual y les regalaban encantadoras sonrisas.

 De pronto algo en el ambiente cambio y no solo para mi, la gente mortal también lo noto, un grupo de 5 personas dentro al local, eran dos mujeres y tres hombres, lo note enseguida eran vampiros como yo, pues sus movimientos los delataban, demasiado correctos, aunque trataron de parecer normales todo el mundo noto lo extraño, y de pronto toda la atención de la gente se centro en ellos, y la de ellos en mi. No tenia por que sentir miedo por lo que seguí como si nada, pero ellos no tenían la misma intención, y fueron ellos los que hicieron el primer contacto conmigo.

Hola- dijo una voz a mi espalda, no necesita voltearme para saber quien era, sabia perfectamente que era uno de ellos, pues no había nada humano en el, ni latido de corazón, ni respiración ni nada.

Me gire y lo mire a los ojos. Eran de un dorado ambarino muy lindo.

Hola- dije.

Por que no nos acompañas, por lo visto estas sola y no es muy bueno que te vean así, conversa con nosotros un momento.
Dicho eso se dirigió a su mesa.

Como al parecer no me dejo otra opción lo seguí.