Sabia que algo cambiaria ese dia, lo supe desde el momento que cerre la puerta de mi casa aquella noche, aunque no pude llegar a imaginar a aque punto...
Faltaban dies para las doce, se acercaba la hora de los abrazos y deceos de un buen año, cosa tradicional en todos los hogares del mundo para la noche año nuevo.
Para mi familia, si se nos puede llamar asi, seria la ultima vez que estariamos los cuatro juntos pasando el año nuevo, el lunes el dia de mi cumpleaños numero veintitres nos iriamos de esta casa para siempre, ya que mi madre y mi padrastro habian decidido separarse. Segun, eso seria en beneficio de todos. A mi el cambio me venia en un buen momento, pues mas alla de las peleas de adiario en casa, lo que mas me dolia era ver a Jorge casi todos los dias, el dolor que eso me producia estaba consumiendo mi alma. Saber que el hombre que amas, vuelve con su expareja, abandonandote a tu suerte, sin importarle tu sufrimiento ni cuanto lo quieres sumale que era tu vecino y que tienes que verlo practicamente a diario no es facil para nadie.
No sabia como decirle a mi mamá que iria con mis amigos a la Vikingos esa noche , estaba convencida que se pondria histerica, me diria que era una locura, que para variar podria ser un poco considerada para con ella y quedarme a compartir su amargura esa noche. Pero ella no estaba al tanto de mi dolor pues siempre oculte mi relacion con Jorge, ella no sabia cuanto necesitaba distraerme, tratar de reir un poco, no podia explicarle sin que me soltara un sermon por enamorarme de alguien que sabia que no era bueno para mi, asi que me limite a hacer lo que mejor sabia, hacer, mi soberana voluntad, aunque debo reconocer que era lo que siempre me habia traido problemas a mi vida.
Doce y media, la cena por fin casi terminaba, comimos en silencio, la unica que hablaba como siempre era la la Yasna, le preguntaba a su papá si le iva a celebrar su cumpleaños el domingo, a lo que este le respondio un rotundo:
No.
Mejor- pense para mis adentros, el que las dos estemos de cumpleaños casi el mismo día hacia que fuera una fiesta doble, y yo, no tenia animos para ser el centro de atencion ni la anfitriona de ninguna fiesta.
Cuarto para las una.
Mamá- dije- voy a a salir con los chicos a la vikingos.
Espere su reacion, pero nada, solo un apagado;
Has lo que quieras, es cosa tuya.
Antes de salir me retoque el maquillaje, me puse una chaqueta pues la noche estaba fria a pesar de ser pleno verano, luego me despedi de mamá y mi hermana y sali, asiendo caso omiso al palpito que estaba sintiendo en el pecho el cual me decia que a pesar de mis ansias de diversion no era buena idea que saliera esa noche.
Sali del porton y sono mi celular, era el Albert.
Cabezona ¿vas a venir?-hablo.
Si, voy saliendo de mi casa-conteste y se corto la llamada.
En ese preciso instante, como si hubiera quedado ciega, todo se volvio negro, no distinguia nada, marque las teclas de mi celular para poder encender su luz pero aun asi no pude ver nada, el panico se apodero de mi, mi corazon latia desbocado, la noche fría se torno aún peor, intente correr pero un voz que provenia de las sombras me ordeno:
Detente!.
Aunque muy por el contrario yo corri. Mas no di dos pasos cuando alguien me inmobilizo
Me estan asaltando- pense.
Te doy lo que quieras, mi celular, tengo plata y cigarros, tomalos y dejame ir por favor.
No- dijo una voz armoniosa- te quiero a ti.
Me dio panico, no era un asalto era algo peor. Intente safarme, pero fue inutil. Luego senti un dolor intenso en el cuello, algo ardia como si hubieran puesto algo al rojo vivo en mi piel, poco a poco perdi el conocimiento y me desmaye, o por lo menos eso créi.
1 comentario:
ay estuvo super el cap!!! q susto lo de la inmovilizacion es tan raro :S jeje pero muy interesante wow!!!
xoxo yocecullen
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