Explicaciones

Eso no puede ser, los vampiros no existen. Quien me esta haciendo esta broma, mis amigas verdad, cuando las encuentre las voy a matar.

Lo mas probable es que así sea, si están cerca cuando nos vallamos de caza, lo mas posible sea que las mates.

Espera de caza dijiste?

Si eso dije, necesitas alimentarte por que me imagino que la copa de sangre que bebiste no es suficiente para saciar tu sed, eres nueva en esto y eres muy fuerte por lo tanto un peligro.

Ya para con la broma, yo no puedo ser un vampiro ni tu tampoco, quien y de donde eres y explícame por que estoy en tu casa.

Como ya te dije soy Alex, soy de aquí de allá de todas partes y estas en mi casa por que después de que Aldo te ataco, estábamos en la obligación de orientarte.

¿Me ataco quien?

Aldo mi amigo, de verdad él esta muy arrepentido, pero estaba sediento y tu aroma era muy apetitoso, por suerte se detuvo antes de matarte, aunque no se que pensaras tu después de conocer nuestro mundo.

Pero explícame

¿que paso exactamente?- lo único que recuerdo es dolor y ardor en el cuello que luego se esparció por todo mi cuerpo.

Si eso también me ocurrioa mi cuando me transformé.

Te voy a contar lo que paso esa noche haber si me crees.

Hace cuatro días llegamos a Futrono con Aldo, vinimos a turistiar por así decirlo, nuestro plan es cruzar a la Argentina por el paso Chihuio para ir a ver a unos amigos.

Hace tres noches cuando nos topamos contigo recorríamos el pueblo para conocer, hacia mas de dos semanas que no salíamos de caza y estábamos a punto de salir a las montañas para buscar alguna presa, cuando nos encontramos, antes de que yo pudiera hacer algo Aldo ya te había atacado, solo logre que se detuviera antes de matarte, nos alejamos y te dejamos ahí, luego tu familia te encontró y te dio por muerta, te velaron y sepultaron, fue ahí cuando fui a buscarte y te traje aquí pues sabia que no tardarías en despertar.

De pronto algo cambio en el ambiente, un nuevo aroma, el instinto me decía que corra, que huyera, mire con desesperación hacia todos lados, detectando el peligro y sobre todo buscando una salida, para mi mala suerte me seguía quedando solo la escalera, precisamente que era por donde aparecía el enemigo.

Tranquilízate bella, ya casi no hay nada que pueda dañarte , es solo mi amigo Aldo que viene a verte.

Cuando Aldo se puso ante mi, lo mire a los ojos, me asustaron, eran de un color marrón que no había visto antes en ningún ser humano, automáticamente pensé que eran lentes de contacto, si mis amigas me estaban jugando una broma, lo habían planeado muy bien.

Como me había pasado con Alex no pude evitar estudiarlo de pies a cabeza. Era un hombre moreno de unos treinta años, de un metro setenta por lo menos, facciones duras, de contextura delgada pero se notaba que se ejercitaba, vestía una polera y jeans negros, en contraste con Alex, Aldo no se veía elegante mas bien parecía un tipo cualquiera, pero bien pudiera haber sido un representante de tendencias urbanas.

Hola- dijo.

Me vi obligada a conducir mi vista a sus ojos, a pesar de la primera impresión de miedo que tuve, ahora pude leer algo en ellos, dolor, pena y arrepentimiento quizás, no sabia decirlo con certeza pero era como si esos ojos aterradores me pidieran perdón.

No sabes cuanto lo siento, de verdad lo lamento y espero que algún día me perdones por arrebatarte tu vida y arrastrarte al mundo de las sombras.- Expreso con palabras lo que sus ojos me decían.

Paren ya por favor, todo lo que están diciendo no puede ser cierto, ahora si no me tienen secuestrada y es una broma de mis amigas como estoy segura que es, ustedes me dejaran salir e irme a mi casa, mi familia debe estar preocupada.

No puedes irte- dijo Alex.

No todavía, te lo pido- hablo Aldo.

Por favor, escucha con atención, te vamos a explicar, lo que pasa y como debes actuar, después tu decides que hacer con tu existencia.- Me propuso Alex.

Primero que nada debes salir a cazar, pues no creo que la copa de sangre que bebiste haya saciado tu sed.

¿Que fue lo que bebí Alex?- pregunte.

Sangre.

Y aunque es de humano, no es suficiente. Todavía sientes que la garganta te arde ¿verdad?- Me pregunto Aldo.

Ahora que lo decían mi garganta otra vez ardía. Y de repente ya no pude pensar mas, emití un rugido. Pase por sobre los dos, los empuje, no podía explicarlo pero tenia mucha fuerza. Subí la escalera y llegue a un salón, habían muchas ventanas y puertas en todas las direcciones, sentí a los hombres subir la escalera, me dirigí a la puerta mas cercana, tome la manilla y la gire, sin querer saque la chapa completa, a pesar de que eso me parecio muy extraño salí a la noche.

No tenia idea donde estaba, ante mis ojos se habría un campo y muchos arboles, pude distinguir cada uno de las formas que se ocultaban en la noche, la silueta de cada árbol, piedra o criatura que había a mi alrededor. Aun mas, podía oler y sentir mas de lo que alguna vez pude haberlo hecho, escuche a un puma asechar a un pobre conejo que roía una rama que se mecía con la briza tibia. Mas allá el correr de un riachuelo. No podía creerlo lo sentía todo, a lo lejos el ruido de un auto, por lo que pensé que habría un camino cerca, perfecto si podía correr antes de que me alcanzaran, lograría huir de ellos.

Pensé en correr pero me sujetaron, para mi sorpresa pude liberarme con solo sacudirme, seguí mi intento por escapar.

Detente!- grito Aldo.

Maldicion otra vez estaba ciega.