HERMANOS

Habían pasado tres días desde mi despertar como vampiresa y de a poco iba asumiendo y descubriendo cosas de mi nuevo mundo, la noche después de mi primera caza conversamos mucho con Alex y Aldo, me contaron su historia de como habían sido transformado. Y me explicaron las razones por la cuales se consideraban hermanos.

Hace ciento cincuenta años, yo estaba en un bar en santiago- comenzó a contar Alex, muy diferente a los actuales, tomaba una botella de vino, me emborrachaba para olvidar el desaire de una mujer, cuando al bar entro una dama parecía muy elegante y era extremadamente hermosa , camino directamente hacia mi y me dijo ven conmigo yo te daré algo para que olvides tus penas y recuperes tu orgullo, medio ebrio que estaba la seguí. Salimos estaba de noche, caminaríamos unas dos cuadras cuando me ataco, creo que mi vida humana termino en menos de dos segundos, cuando desperté estaba sepultado, no te imaginas lo difícil que fue salir de mi tumba, después creyendo que me habían enterrado vivo busque al celador que cuidaba el cementerio era un joven un poco menor que yo, me miro con terror, no me di ni cuenta cuando lo ataque y acabe con su vida, pero como habrás visto es muy difícil pensar y mucho mas razonar cuando estas sediento, luego arranque corrí mas y mas rápido, me oculte en un mausoleo hasta que amaneció, quise salir al oír voces, esperaba poder encontrar alguien que me ayudara y que me viera que estaba vivo, pero escuche como una mujer gritaba horrorizada al encontrar el cadáver del joven celador y como decía un animal lo ataco miren su cuello, y desistí de pedir ayuda, no podía explicar la razón de la que por que había matado al joven de esa forma tan animal, escuche como la policía cerraba el cementerio y pedia a todo el mundo que no se acercara pues seguro un perro salvaje recorria los alrededores y podia atacar a cualquiera. Ya que el joven no tenia familia, y nadie se hizo cargo de el lo sepultaron sin mas, luego se fueron todos. Pasaron las horas y llego la noche, no me preguntes por que no salí en todo el día, ni yo mismo no se por que, instinto tal vez, si hubiera salido habría sido malo, pues era un día muy soleado, si bien algunas cosas son mitos, es verdad que la luz del sol nos hace daño, no nos quema, como dicen mas bien nos debilita a tal extremo que no podemos movernos es como nuestra criptonita, es el momento en el que cualquier cosa podría matarnos así que mucho cuidado con los rayos de sol. Después de un rato decidí salir, me sentía raro, no tenia hambre, podía escuchar cosas a lo lejos, reconocía muchos aromas y ruidos insignificantes, como imaginaras me estaba muy confundido, ademas no sentía sueño, ni cansancio, llego el día nuevamente y por temor a que alguien me viera volví a esconderme en el mausoleo, y ahí pase toda todo el día mientras la policía recorría el lugar buscando al supuesto animal. Llego la noche otra vez y ahí fue cuando paso algo extraño, paseaba por el cementerio cuando escuche ruidos provenientes desde la tumba del joven, me acerque para ver que era, cual fue mi sorpresa, cuando la tierra comenzaba a removerse, y mas cuando asomo el muerto, fue sorprendente, quise ayudarlo a salir, pero el se movió a una velocidad que no fue necesario, cuando nos quedamos frente a frente, nos gruñimos, teníamos miedo el uno del otro.

Fue ahí cuando use mi poder por primera vez-tercio Aldo.

Tenia miedo pero me era imposible volverle la espalda a mi enemigo, desee con tantas fuerzas que no me viera.

Así que no lo vi- rió Alex.

Me dejo ciego.

¿Osea tu eras el celador?-dije dirigiéndome a Aldo.

Si.

Después corrí, y me oculte.

Y cuando se alejo yo recupere mi vista. Aunque me parecio extraño el no ver, lo pase por alto.

Luego lo busque, no fue difícil, solo seguí su aroma a tierra, cuando estuve cerca le dije que no me tuviera miedo, que solo quería ayudarlo, aunque no sabia bien como.

Como era la única persona que había visto, desde que había salido de la tumba, me acerque a escucharlo, era la ultima y la primera persona que vi.

Después conversamos, y decidimos salir a la calle en busca de ayuda. Al salir caminamos unas calles, por suerte no nos encontramos a nadie, pero pronto comenze a sentir la sed, la garganta me ardía y sin saber que hacia, ataque a unos perros vagos.

Yo solo me limite a mirarlo, yo había pasado por eso, solo que a quien había atacado era el. En eso estábamos cuando, la mujer del bar se encontró frente a nosotros, nos miro y se rió, mas bien se burlo de nosotros. Recuerdo nos dijo- pobres niños, se alimentan de basura. Siganme, yo les voy a mostrar nuestro mundo. Desde esa noche supimos lo que eramos, recorrimos el mundo con Anabella por diez años, luego decidimos separarnos pues su estilo de vida no nos gustaba, ella se alimentaba de seres humanos, nosotros solo de animales. Y así hemos estado juntos hasta el día de hoy.