Al llegar a su mesa, me saludaron y se presentaron. Quien me fue a buscar se llamaba Fabiano, un vampiro que aparentaba unos 28 años muy guapo, pelo castaño que parecía tener vida propia pues sus puntas giraban en todas direcciones y le daban un aspecto de los mas sexy, contextura delgada pero musculosa, traía una chaqueta café y unos jeans, de verdad era muy guapo. Sus amigos eran Xavier, que aparentaba tener unos 27 años, tenia pinta de luchador o un deportista pues era todo músculos, tenia una encantadora sonrisa, cabello oscuro y ojos ambarinos. A su lado estaba una chiquilla de no mas 17 años o por lo menos eso aparentaba, me dijo que se llamaba Alejandra, su cabello era de un tono muy especial era rubia pero sus puntas parecían terminar en varios tonos que iban del rosa al celeste pasando por el verde y así un sin fin de colores, aunque me llamo mucho la atención no pregunte por este tema pues aun no se terminaban las presentaciones, pero estaba claro que no era tintura, era muy hermosa sus ojos ámbar tenían esa inocencia de la niñes. Quien la abrazaba era Daniel un vampiro de unos 25 años, muy risueño, cabello castaño, lo usaba medianamente largo, sus ojos los mismo que los otros tenían un tono ámbar solo que en el fondo de ellos se veía un tono rojizo, supuse que se había alimentado con sangre humana algunos meses atrás y su contextura física era muy diferente a la de sus amigos pues era muy delgado si no fuera por su rostro yo diría que era un chiquillo de no mas 16 años. Y por ultimo estaba ella una vampiro de unos 26 años, rasgos muy bellos y delicados, cabellos castaño oscuro que le caía en ondas hasta casi la cintura, una sonrisa cálida, muy bella pero peligrosa lo note enseguida al mirarla pues sus ojos eran violetas, yo sabia que truco era ese, lo había usado yo misma mis primeros meses como vampiro, este color se lograba al ponerte lentes de contacto de color azul sobre los ojos rojos, su nombre era Amanda.
Tome asiento donde Xavier había dispuesto una silla para mi, les dije que me llamaba Milena, todos parecían conforme con mi presentación menos Amanda, quien me dijo- No me gusta que me mientan, sera mejor que me digas tu verdadero nombre. No supe como sabia que le esta mintiendo, pero no me pareció buena idea contradecirla, así que le dije que me llamaba Angélica.
Me gustaría que me digas tus motivos para estar sola en este lugar hoy- dijo Amanda sin preámbulos.
No te interesa- conteste. Por mucho temor que me produciera no le diría mis motivos, no tenia por que.
Si no me los dices lo sabre de todas formas, tu decides o por las buenas o por las malas.
¿Es una amenaza?- pregunte.
Si me contesto ella es una amenaza, lo que piensas hacer nos pondrá en peligro a toda nuestra especie y no voy a permitirlo.